Nota La Mañana de Neuquen


04-09-201301:30| Espectaculos |

Mundos macabros


Gustavo Lioy estrena "Juegos de damas crueles" el sábado y domingo a las 21 en El Arrimadero.




  Neuquén > En la mitología griega Las Furias eran tres deidades femeninas que encarnaban la venganza contra los delitos del hombre. En "Juego de Damas crueles", el dramaturgo Alejandro Tantanian toma ese mito y le da forma a un texto provocador; que el director Gustavo Lioy resignifica para presentar una propuesta: “totalmente diferente”.
La obra estrenará en El Arrimadero (Misiones 234), con dos funciones: sábado y domingo a las 21 (capacidad de sala reducida a 50 espectadores).
En la obra, tres mujeres llevan adelante un juego macabro. Como explicó el director: “Se trata de tres hermanas que se dedican a recrear lo que fue la muerte del padre y del hermano. Ellas hacen un juego de mesa, donde hay casilleros, van tirando el dado, avanzando, retrocediendo, y tienen prendas. Eso lo usan como excusa para hablar de esos crímenes”, dijo Gustavo Lioy a la vez que sostuvo que: “Es muy difícil hablar de la obra, porque es extraña y sale de lo que habitualmente yo dirijo. Es una obra que es muy hermética, y a la vez muy fragmentada”.
Interpretada por Silvana Feliziani, Laura Sarmiento, Irma Tomasczik y Ariel Forestier, la obra utiliza un lenguaje poético y pornográfico, a la vez que intenta dar respuestas a determinados temas: la identidad, el nombre del padre, los crímenes silenciados.
“La historia abre un mundo de sentidos, que no están explícitos en la puesta. Es dramática, fuerte, no tiene nada de humor, y es muy poética. Está cargada de significados. Está también el mito bíblico del sacrificio de Isaac, y todo está mezclado en un gran combo de cosas”, sostuvo Lioy.
El director contó además que la historia está basada en un hecho que sucedió hace más o menos diez años en Buenos Aires, con dos hermanas que mataron a su padre, y pintaron con su sangre las paredes: “Eso me parece que fue un disparador, porque el crimen del padre es muy sangriento. El padre y el hermano están muertos y escondidos debajo de las tablas del piso del living”, dijo.

Signos teatrales
Alejandro Tantanián es un autor oscuro que cuenta, entre el abismo de sus palabras y fantasmas. Gustavo Lioy lo redescubrió después de mucho tiempo: “Es un escritor oscuro y además muy poético. A veces uno elige los textos, y otras veces los textos nos eligen a nosotros. De esta obra, yo hice un fragmento cuando estudié en el conservatorio. Pertenece a una época de mi juventud en la cual uno quiere transgredir, y romper con ciertas cosas. Lo volví a leer después de muchos años (20), desde otro lugar mucho más profundo, y me pareció muy interesante”, relató.
En la obra se trabaja con manipulación de objetos, que son como las fichas del juego. Para eso Lioy convocó a Lili Muñoz, titiritera y actriz que aportó su experiencia.

Palabras fuertes

Como se dijo, la obra es diferente a lo que el director viene realizando: no hay risas, ni seguridades previas, ya que el texto propone un desafío para los espectadores: “Sé que a mucha gente puede no gustarle. Es una obra de la que te pueden dar ganas de levantarte en medio de la función, y no me voy a ofender. Habla del abuso sexual, del incesto, del canibalismo, de un montón de cosas, y no en doble sentido, es explícito, por eso es prohibida para menores de 16 años”, concluyó.

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